vv.1 • • • 5 • • • • 10 • • • • 15 • • • • 20 • • • • 25 • • • • 30 • • • • 35 • • • • 40 • • • • 45 • • • • 50 • •
Lc 2:1 Aconteció en aquellos días, que salió un decreto de parte de César Augusto, para que se hiciera un censo de toda la tierra habitada.
Lc 2:2 Este primer censo se hizo cuando Cirenio gobernaba Siria.
Lc 2:3 E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.
Lc 2:4 José subió también desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;
Lc 2:5 para ser empadronado con María, la mujer desposada con él, la cual estaba encinta.
Lc 2:6 Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
Lc 2:7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Lc 2:8 Había pastores en la misma región, que vivían en los campos y cuidaban sus rebaños durante la noche.
Lc 2:9 Y se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.
Lc 2:10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os anuncio buenas nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo;
Lc 2:11 porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.
Lc 2:12 Esto os servirá de señal: Hallaréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
Lc 2:13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, y decía:
Lc 2:14 ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres de Su complacencia!
Lc 2:15 Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha dado a conocer.
Lc 2:16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
Lc 2:17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca de este niño.
Lc 2:18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.
Lc 2:19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Lc 2:20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, tal como se les había dicho.
Lc 2:21 Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, nombre que le había sido dado por el ángel antes que fuese concebido.
Lc 2:22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor
Lc 2:23 (como está escrito en la ley del Señor: “Todo varón que abra la matriz será llamado santo al Señor”),
Lc 2:24 y para ofrecer en sacrificio conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos.
Lc 2:25 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y devoto, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.
Lc 2:26 Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Cristo del Señor.
Lc 2:27 Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres trajeron al niño Jesús para hacer por Él conforme a la costumbre prescrita en la ley,
Lc 2:28 él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo:
Lc 2:29 Ahora, Soberano Señor, despides a Tu esclavo en paz, conforme a Tu palabra;
Lc 2:30 porque han visto mis ojos Tu salvación,
Lc 2:31 la cual has preparado ante la faz de todos los pueblos;
Lc 2:32 luz para revelación a los gentiles, y gloria de Tu pueblo Israel.
Lc 2:33 Y Su padre y Su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de Él.
Lc 2:34 Y los bendijo Simeón, y dijo a Su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha
Lc 2:35 (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.
Lc 2:36 Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de edad muy avanzada, y había vivido con su marido siete años desde su virginidad,
Lc 2:37 y era viuda hasta los ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo a Dios de noche y de día con ayunos y súplicas.
Lc 2:38 Ésta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
Lc 2:39 Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
Lc 2:40 Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él.
Lc 2:41 Iban Sus padres todos los años a Jerusalén en la Fiesta de la Pascua;
Lc 2:42 y cuando tuvo doce años subieron conforme a la costumbre de la fiesta.
Lc 2:43 Al regresar ellos, acabados los días, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiesen Sus padres.
Lc 2:44 Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conocidos;
Lc 2:45 pero al no encontrarlo, volvieron a Jerusalén buscándole.
Lc 2:46 Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los maestros, oyéndoles y preguntándoles.
Lc 2:47 Y todos los que le oían, se maravillaban de Su entendimiento y de Sus respuestas.
Lc 2:48 Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo Su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, Tu padre y yo te hemos buscado con angustia.
Lc 2:49 Entonces Él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los asuntos de Mi Padre me es necesario estar?
Lc 2:50 Mas ellos no entendieron las palabras que les habló.
Lc 2:51 Y descendió con ellos, y fue a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y Su madre guardaba cuidadosamente todas estas cosas en su corazón.
Lc 2:52 Y Jesús progresaba en sabiduría y en estatura, y en la gracia manifestada en Él delante de Dios y de los hombres.
© 2022 Living Stream Ministry
Todos los derechos reservados